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El agua de consumo puede considerarse de buena calidad cuando es salubre y limpia; es decir, cuando
no contiene microorganismos patógenos ni contaminantes a niveles capaces de afectar adversamente la
salud de los consumidores (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).
PLASEGES controla diversos parámetros del agua de las redes de
abastecimiento de sus clientes. Estos controles se llevan a cabo en
diferentes puntos (depósito, red, grifos) y se analiza el cloro libre
residual, pH, turbidez, olor, color y sabor. También realizamos los
análisis de autocontrol necesarios en cada tipo de cliente.
El control se realiza de acuerdo con los criterios establecidos en el Real
Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios
sanitarios de calidad del agua de consumo humano.
Las medidas de control de la calidad se basan en el cumplimiento de los criterios sanitarios de
las aguas de consumo humano y de las instalaciones que permiten el suministro desde la
captación hasta el grifo del consumidor, para garantizar la salubridad, la calidad y
la limpieza.
La gestión del agua presenta gran complejidad, por lo que normalmente
intervienen diversos agentes, como los municipios, las empresas abastecedoras,
los laboratorios de control y las administraciones sanitarias. Todos ellos velan por
que el suministro de agua de consumo humano sea de buena calidad, sin riesgos
para la salud, fácilmente accesible y en la cantidad requerida.
control sanitario